En marzo del 2017, Ángel Alloza y yo mismo abordamos en este informe uno de los asuntos más enrevesados de la gestión de la Comunicación: la medición de sus resultados. O dicho de otro modo, cómo tangibilizar lo intangible, y más aún, en un contexto como el digital, basado en la administración del dato, del «dígito».
Siguiendo el hilo discursivo de «Territorios y Comunidades, las nuevas fronteras de la Comunicación» y «Hacia la Transformación Digital de la Comunicación», aplicamos el marco de medición normalizado por la AMEC (International Association for Measurement and Evaluation of Communication) a los conceptos y las tendencias transformadoras expuestas en aquellos informes precedentes:
- Frente a la infoxicación: el desafío de incrementar la Relevancia en territorios de contenidos, medida como Output.
- Ante la personalización masiva: el reto de aumentar la Influencia en comunidades de interacción, medida como Out-take.
- En la hipertransparencia: la meta de proteger la Reputación en los grupos de interés, medida como Outcome.
Y finalmente, las más tangibles de las metas, la más vinculada al negocio, basada en el desarrollo de los Capitales de la empresa, medida como Impact. A este desafío, se dedica el informe «Digital Experience, conjugando con eficacia la Comunicación y el Marketing».